martes, 20 de agosto de 2019






No quiero peinarme mamá
No puedo peinarme
Déjalo revuelto
Si alguna vez cayeran los mechones
Por la edad
Guárdalos en sacos de harina
Átalos a las vigas de este palafito
Donde los primeros pasos
Fueron siempre
Hacia la eternidad.

sábado, 27 de julio de 2019




Verano del 99
Son las nueve
Algunas madres nos llaman para entrar
De las otras no se habla
Las recuerdan mis amigas con fotos sin orilla
Que aprietan en sus manos, cada tarde que su voz no suena.
Guardamos cada peso para ir a los juegos
Que se instalarían en Lillo nuevamente.
La esquina estaba allí, los taka-taka, los timbres, los columpios
 Los vecinos y la villera
Los que se irían al servicio
Y años después volverían de uniforme a llevarse a sus amigos
Que sobrevivieron a los hoyos en las paredes
Algunas vigas se quedaron con unos vecinos y esa tarde hablamos de la muerte.
Mi madre escucha Marisela y yo la miro desde la vereda
La guardo en mi vaso lleno de barro para armar mi pastel de tierra
Y así mis amigas, con las que compartimos una casa
Donde nos inventábamos que cada noche
El barrio no ensordecería ante los gritos
Derribaríamos  las puertas  y correríamos todas a abrazar a la vecina
El verano del 99
Fue incendio en lejanas y cortas infancias
Ardimos  en las orillas de los imposibles
Y las cenizas volaron sobre pelotas de trapo
Con las que jugarían más tarde, las niñas del nuevo milenio
Cuando enrojece la tarde y el tránsito calla
Escucho la risa de mis viejas amigas
Y es la promesa de las que crecimos en extraños lugares
Salir a buscarlas, aunque no suene el timbre.

miércoles, 10 de abril de 2019





Las chicas de mi barrio
Son escarcha dorada en taquilleras chaquetas de mezclilla
Que guardan como tesoro en improvisadas cómodas.
Las chicas de mi barrio
Siempre quisieron bailar
Sacudir las melenas que sus madres hacían para ellas.
No hubo “Adiós chico de mi barrio”
Pero si muchas tormentas.
Las chicas de mi barrio
Querían ser cantantes, abogadas, pintoras, bailarinas, peluqueras, contadoras.
Eran tardes de verano y soñar aún era gratis.
Detuvimos el tiempo en las esquinas
Donde escondimos las risas junto a las esquelas que no pudimos intercambiar.
Las vi caminar
Levantando el  polvo
Abriendo los grifos
Esparciendo los cordones de las zapatillas
El desgarro vendría con lejanos horizontes
Donde ningún nombre estaba escrito.

martes, 12 de febrero de 2019





Paseo por sus calles bonitas
Con la mochila pasada a aceite quemado.
“Fríe mejor” dice mi mami…
Mi hermano Andrés se hizo paco y  se llevó al Juanito preso por tomarse una morenita
En la calle.
Mi mamá le botó los discos y las poleras de esas bandas raras
Que le regateo en la feria.
Las noches aquí, son más frías que canción de facho en Chacarilla
Me gusta mirar las estrellas por el hoyo que deja el nylon de mi ventana
Me quedo dormida bajo ese cielo inmenso
Mientras en la orilla escucho a mis amigas aullar, por si el panadero los confunde
Y les tira el pan duro de la semana
El approach de la elite potifrunci
Acapara la tarde en sus viejas y tradicionales calles
Cerca de los ríos, los patos y los teja market.
Refugiados en la fina jaula de un ruiseñor muerto
Acampan furibundos el ameno pasar del progreso
Y refugiados en el sistema de “Guagua que llora no mama”
Nos hablan allá lejos, de que mala esta la gente.

sábado, 12 de enero de 2019





Dejamos las manos en esas fábricas.
Manos llenas de frío
Manos hambrientas de infancia
Dejamos las manos en esas fábricas
No fuimos las iluminadas
No cantara para nosotras la historia
Dejamos las manos en esas fábricas
Y no tenemos campos
Y no tenemos pampa
Solo un bus, que día y noche pasa.
Y las muchachas cierran a la carrera el silabario.
Llevando el cuento del niño y las canicas a sus espaldas.
Dejamos las manos en esas fábricas
Son las tres de la mañana y  toca la colación.
En los casilleros, las amigas esperan a las vecinas.
Las hermanas buscan los zapatos de sus hermanas.
Y ahí fuera,  la noche y un par de estrellas
Que mis amigas  se detienen a contemplar
El casino y las risas.
Las rancheras rondan las mesas.
Voces rápidas cuentan historias de casas en Molulco, Terao, Huicha, Rauco, Chonchi, Castro y LLicaldad.
Caminan en silencio por esos corredores, buscando la mano vieja y áspera que los traiga devuelta a su hogar.
Las manos que harán la tierra, las manos que amasan el pan, las manos que tejen y bordan, las manos que llevan el bote al mar.
Dejamos las manos en esas fábricas.
Manos pequeñas, de niña y sal.
Terminada la jornada, los buses  esperan.
Los cuerpos cansados de mis compañeras, se pierden
En sueños de una playa en Llaldad o los dedos sobre la madera de la casa familiar
Los senderos que las abuelas descalzas trazaron para que las nietas puedan regresar.
Mis manos descansan entrelazadas en los dedos hinchados de mi compañera y despiertan
Al sentir la voz de mi madre, esperándome en el portón.

martes, 28 de agosto de 2018





QUE LE PASA A LA LO-LI-TA
QUE NO SE SUBE A LA VEREDA
¿VIVE POR ACA CERQUITA LO-LI-TA?
QUE LE PASA A LA LO-LI-TA
LOLITA PIEL DE TRAPO
MANITOS DE BARRO
ZAPATITO ROTO… CALCETITA CON BLONDA
LOLA DE UNA Y MIL PRIMAVERAS QUE DEBIERON FLORECER AL MENOS UNA VEZ.
LOLA QUE PARIERON DE NOCHE EN ESOS CALLEJONES DONDE NO ESPERAN A NADIE.
LOLA MECIDA EN OLLAS QUE ATRAPAN GOTERAS.
GOTERAS QUE LLENAN TU CORAZÓN “TAN GRANDE COMO UNA PEPITA DE AJÍ”.
LOLITA VESTIDA DE DOMINGO
VIENTRE DEL GOBIERNO,  PORTADA DEL KILO DE LECHE PURITA.
¿ADÓNDE VAS CON EL CUERPO TAN COSTURADO COMO TUS PANTALONES?
¿CON ESE SILABARIO Y EL CEPAS DEL VALLE BAJO EL BRAZO?
¿ADÓNDE VAS DESHECHA EN CANCIONES DE CUNA, QUE CANTABAN PARA TI LAS VECINAS?
POR AHÍ MAMI, POR AHÍ….




Señor, tú no puedes oírme.
No nací cerca de tus catedrales.
Ni tuve cajita para el mes de cuaresma.
¿Comen en el cielo sopita de pan señor?
¿Viste tu padre, las ropas de mi padre?
Señor, tú no puedes oírme.
No nací en católicos pesebres.
Ni recibí ofrenda en mi cuna hospitalaria.
Señor, tú no puedes oírme.
Avanzo inquieto, por calles que no crecen cerca de los ríos.
Y que me invitan noche tras noche, a modelar mis dientes.
Como una pena sombría, que solo deja pozas de vino.

Como única huella de mi pasar.